Por la Salud de los Infantes


Pachuca, Hidalgo.- La oportunidad de atender la salud oral a niños con capacidades especiales es una bendición.

Laura Elena Hidalgo Espinoza, cirujano dentista con especialidad en Odontopediatría, es afortunada por las grandes enseñanzas conferidas por estos pequeños.

Es un reto porque no se trata de "cualquier" niño. Sus limitaciones físicas y mentales requieren de atención distintiva con dosis continuas de amor y paciencia.

Las personas "normales" nunca pensamos que un infante, por ejemplo con autismo, síndrome de Down, retraso mental, paladar hendido, pudiera padecer de su salud oral.

Es en lo último que piensan las mamás, señala.

"En estás atenciones hay satisfacciones inolvidables. Es muy bonito trabajar con estos pacientitos, es totalmente diferente."

"Desde que entran al consultorio, desde la forma de cómo los saludas, hablas, cómo te miran y los miras..."

Así que todo lo aprendido y practicado se tiene que modificar a sus necesidades. Cada pequeño es distinto.

Es un reto complicado, sin embargo, dice, "al mismo tiempo son los que más experiencias imborrables me han brindado.

"Son difíciles, en lo que menos piensan los padres es en su cuidado oral y cuando llegan al consultorio tienen problemas severos".

Hay algunos, comparte, que se dejan atender perfectamente; otros son más complicados y hay que aplicar anestesia general.

EXPERIENCIA

En sus memorias destaca la de una pequeña sordomuda, todo un desafío.

No sabía cómo expresarse; afortunadamente, la nena era de carácter tranquilo y paciente, personalidad que ayudó muchísimo en la atención. También un factor importante fue la ayuda de la mamá.

"Fue complicado por la forma de comunicación. Levantaba el dedo pulgar para decirle que lo hacía muy bien; su mamá me enseñó una expresión con los brazos para decir: «¡Hurra!», a fin de comunicarle a la pequeña que todo bien, de esta forma aprendí un poco el lenguaje corporal".

La atención fue por caries, pero previo a la limpieza Hidalgo Espinoza uso la técnica de Decir-Mostrar-Hacer, un esquema que enseñó a la pequeña cómo iba a atenderla.

Confiesa que gusta mucho el área de niños con capacidades especiales.

"Me gustaría tener una clínica de rehabilitación completa, no se trata solo de la boca. Hay niños que llegan con desnutrición, problemas de aprendizaje y de habla, y aquí habría un equipo de especialistas para remitir a las áreas que corresponda para que el pequeño se desenvuelva".

AMOR

Es egresada de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo y, de la especialidad, del Centro Mexicano de Estomatología, ubicada en el estado de Puebla.

Asimismo, cuenta con una maestría en Desarrollo de la Motricidad Infantil y es catedrática en la Universidad Privada del Centro y de su alma máter.

Platica que desde que recuerda, siendo una niña de siete años, le llamó la atención la odontología, debido a su dentista, por la forma que trataba al paciente..

"Es una rama bonita de la Medicina porque hay contacto directo con los pacientes y poder ayudarlos a mejorar su salud".

Apasionada de su profesión, comenta que, en general, la salud mucho depende e inicia por la boca, "no solo somos dentistas «que trabajamos en dientes», es toda la salud bucal".

Recomienda a las nuevas generaciones de los profesionales en la salud oral, paciencia, tolerancia, que escuchen muy bien las necesidades de sus pacientes, que observen características.

"Sobre todo amor a la profesión, es bonita y en ocasiones es complicado el manejo de los pacientes, y todos los días hay que actualizarse".

A las mamás de los pequeños a cuidarlos y llevarlos a consulta odontopediátrica desde los seis meses de edad y revisión periódica cada seis meses.


Fuente: http://www.oem.com.mx/

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